Dios !alabado sea!, dice “Ha dejado fluir las dos grandes masas de agua, que se encuentran, pero las separa una barrera que no rebasan. ¿Cuál, pues, de los beneficios de vuestro Señor negaréis? De ambas provienen la perla y el coral.”, El Compasivo, 19-22 Dios !alabado sea!, dice “Ha dejado fluir las dos grandes masas de agua, que se encuentran, pero las separa una barrera que no rebasan. ¿Cuál, pues, de los beneficios de vuestro Señor negaréis? De ambas provienen la perla y el coral.”, El Compasivo, 19-22.
Realidad científica:
Antes del viaje marítimo que hizo Challenger en 1873, se desconocía que los mares salados tienen diferente naturaleza unos de otros y que no forman un solo mar homogéneo. En 1942 aparecieron por primera vez los resultados de unas investigaciones sucesivas que apoyaban esta tesis. Cientos de estaciones marítimas averiguaron que el Océano Atlántico, por ejemplo, contiene aguas de diferentes características, pues sus masas marítimas se diferencian unas de otras en la temperatura, la densidad, la salinidad, los seres marinos y la capacidad de absorber el oxígeno. Tales diferencias podrían distinguirse en un solo océano, sin tener en cuenta lo que podría ser en dos mares diferentes que tienen un punto de encuentro, como es el caso del Mar Rojo y el Mediterráneo, el Océano Atlántico y el Mediterráneo, y el Mar Rojo y el Golfo de Edén.
Por primera vez, en 1942, se descubrió que ciertas aguas de diferentes características y cualidades provenientes de diferentes mares podrían encontrarse.
El agua del mar se mueve de una forma rápida y violenta, lo que hace que las masas de agua se encuentren sin que ninguna pierda sus cualidades y características, pues cada masa mantiene su grado de salinidad, densidad, sus mareas bajas y altas, corrientes de agua, olas y huracanes característicos. Tales hechos son factores que ayudan a que el mar tenga un estado de movimiento permanente. Las masas de diferentes características no se entremezclan a pesar de encontrarse una con la otra; es como si hubiera entre ellas una barrera que no rebasan.
Naturaleza del milagro:
Dichos versos nos hablan de dos mares salados, vecinos y encontrados. Cada uno de ellos mantiene sus propias cualidades, aunque ninguno se mezcla con el otro, es como si hubiera entre ellos una barrera que no rebasan. La mención de la perla y el coral en los versos es una prueba de que son mares salados[1], porque estas dos piedras preciosas se extraen solamente de aguas saladas. Esto supone que los versos hablan del agua de océanos y mares salados cuyas masas parecen una sola con las mismas características. A pesar de ello, son de diferentes cualidades.
A simple vista, los océanos y los mares salados vecinos semejan una misma masa marítima que contiene las mismas características. En realidad, son un conjunto de masas de diferentes cualidades, pues se diferencian en el grado de salinidad, el calor y la densidad. Sin el uso de técnicas modernas, este hecho no hubiera sido descubierto. Sin embargo, el Corán mencionó tales cualidades, demostrando así la diferencia existente entre dos mares vecinos, cuyas masas se ven fundidas, pero que no se entremezclan, como si hubiera una barrera entre ellos. ¿En esto no hay una prueba suficiente de que el Corán es la palabra de Dios?
[1] Porque algunos piensan que el encuentro se hace entre aguas dulces de los ríos y aguas saladas del mar, al desembocar los ríos en el mar.
Source: https://www.islamland.com/esp/articles/mezcla-y-separacin-de-las-masas-martimas