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La Peregrinación

Índice:
1. Cuándo fue prescripta la peregrinación 4
2. Normas de la peregrinación 4
3. ¿Es la peregrinación obligatoria? 5
4. Es obligatorio realizar la peregrinación al menos una vez en la vida 6
5. Las virtudes de la peregrinación 7
6. Los beneficios de la peregrinación mayor 10
7. Las normas sobre la peregrinación mayor y sus efectos espirituales sobre el musulmán 11
Alabado sea Dios, que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.
Este es un breve ensayo sobre la peregrinación y sus beneficios, y una breve discusión sobre sus normas.

1. Cuándo fue prescripta la peregrinación
De acuerdo al punto de vista más correcto, la peregrinación fue prescripta en el Corán en el año 9 después de la Hégira, en el Año de las Delegaciones (al-Wufud), en el cual se reveló también el capítulo Ali ‘Imrán, en el cual Dios dijo (traducción del significado):
“Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas]” (Ali ‘Imrán, 3:97).

2. Normas de la peregrinación
La peregrinación es para el musulmán un deber obligatorio y uno de los pilares de su religión. La evidencia para esto es el verso mencionado arriba, y también hay evidencia en la Tradición Profética que indica esto.

Ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estableció la oración regular, la caridad obligatoria, la peregrinación y el ayuno de Ramadán”. Narrado por al-Bujari, 8; Muslim, 16.

3. ¿Es la peregrinación obligatoria?
Sí, es obligatoria. La evidencia para esto está en el verso arriba mencionado, y su obligatoriedad es uno de los principios de la ley islámica. La evidencia que indica esto en la Tradición Profética incluye lo siguiente:
a) Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dio un sermón y dijo: “Oh, gente, Dios nos ha encomendado la peregrinación, por lo tanto cúmplanla”. Narrado por Muslim, 1337.

b) Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien quiera realizar la peregrinación, que se apresure a hacerla, porque puede caer enfermo o pueden surgir otros problemas que se lo impidan”. Narrado por Áhmad, 1836; Ibn Máyah, 2883. Narrado también por Abu Dawud, 1732, pero sin la frase “…o pueden surgir…”.

De acuerdo a otro reporte narrado por Áhmad, también habría dicho: “Apresúrense a hacer la peregrinación (la obligatoria), porque ninguno de ustedes puede estar seguro qué sucederá en el futuro”. Estos reportes se apoyan los unos a los otros. Ver: Irwá’ al-Galil, por Al-Albani, 4/168.

Los sháfi’is han dicho que la peregrinación puede ser demorada, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) demoró su peregrinación hasta el 10 después de la Hégira. Sin embargo, esto merece algunas aclaraciones:
a) Él sólo la demoró un año; sin embargo, ellos dicen que puede ser demorada indefinidamente.

b) Algunos sabios opinaron que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo esto con la intención de purificar la Casa, de los idólatras y aquellos que realizaban la peregrinación desnudos.

c) El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estuvo ocupado con las delegaciones que comenzaron a llegar a Medina una tras otra, para anunciar su conversión al Islam.

Ver: Ash-Shárh al-Mumti’, por el shéij Ibn al-‘Uzaimín, 7/17-18.

4. Es obligatorio realizar la peregrinación al menos una vez en la vida
Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dio un sermón y dijo: “¡Oh, gente! Dios nos encomendó la peregrinación, por lo tanto cúmplanla”. Un hombre dijo: “¿Debemos hacerlo cada año, Mensajero de Dios?”. Él permaneció en silencio, hasta que el hombre le repitió la pregunta. Luego dijo: “Si les digo que sí, lo tomarán por obligatorio y no serán capaces de cumplirlo. No me empujen a decirles más de lo que he dicho, porque las comunidades previas se perdieron por inquirir y discutir en exceso a sus profetas. Si les ordeno algo, entonces cúmplanlo tanto como puedan: y si les prohíbo algo, entonces evítenlo tanto como puedan”. Narrado por Muslim, 1337.

5. Las virtudes de la peregrinación
Hay muchos reportes que hablan de las virtudes de la peregrinación, entre ellos los siguientes:
a) De Abu Hurairah, que le preguntaron al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuál era la mejor de las obras, y respondió: “Creer en Dios y en Su Mensajero”. Le preguntaron: “¿Cuál luego?”, y respondió: “La lucha por la causa de Dios”. Y le preguntaron: “¿Cuál luego de esa?”, y respondió: “Una peregrinación aceptada por Dios”. Narrado por al-Bujari, 26; Muslim, 83.

Una peregrinación aceptada por Dios significa que debe tener las siguientes cualidades:
– Ser costeada con dinero lícito;
– Evitar los pecados y actos de desobediencia, y mantenerse apartado del mal;
– Mantenerse apartado de las disputas;
– Observar todos los rituales de acuerdo a la Tradición Profética;
– Hacerlo con la intención puesta en Dios y abstenerse de toda ostentación;

b) Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “Oí al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Quien realiza la peregrinación por la causa de Dios y se abstiene de las relaciones maritales, de los pecados o de disputar injustamente durante la peregrinación, volverá a su casa como el día en que su madre lo dio a luz”. Narrado por al-Bujari, 1449; Muslim, 1350.

c) Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La peregrinación menor es una expiación por el tiempo transcurrido entre ella y la anterior, y una peregrinación mayor aceptada no tiene menor recompensa que el Paraíso”. Narrado por al-Bujari, 1683; Muslim, 1349.

d) ‘Aa’ishah, la madre de los creyentes (que Allah esté complacido con ella), dijo: “Le dije: “Mensajero de Dios, ¿no podemos salir en campaña y luchar contigo?”. Él me respondió: “Pero si la mejor y más bella lucha por la causa de Dios es una peregrinación mayor aceptada”. Años después ella dijo: “Nunca cesé de hacer la peregrinación mayor después de que oí esto del Mensajero de Dios”. Narrado por al-Bujari, 1762.

e) ‘Amr ibn al-‘Ás (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La peregrinación mayor borra cualquier pecado que se haya cometido antes de ella”. Narrado por Muslim, 121.

f) ‘Abd Allah ibn Mas’ud dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Continúen realizando la peregrinación mayor y mejor, porque remedian la pobreza y eliminan el pecado como la forja elimina las impurezas del hierro, del oro, y la plata”. Narrado por at-Tirmidi, 810; An-Nasá’i, 2631. El reporte fue clasificado como auténtico por Al-Albani en as-Sílsilah as-Sahihah, 1200.

g) Ibn ‘Umar reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien lucha por la causa de Dios y el peregrino que realiza la peregrinación mayor y menor, son todos huéspedes de Dios. Él los convoca y ellos responden; ellos le piden, y Él les da”. Narrado por Ibn Máyah, 2893. Fue clasificado como bueno por Al-Albani en As-Sílsilah as-Sahihah, 1820.

6. Los beneficios de la peregrinación mayor
Dios dijo (traducción del significado):
“Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Allah en los días consabidos…” (Al-Hách, 22:28).

Estos beneficios son tanto materiales como espirituales.

Con respecto a los beneficios religiosos, quien realiza la peregrinación mayor gana la complacencia de Dios y regresa con sus pecados perdonados, y una recompensa inmensa difícil de medir, que sólo puede obtenerse visitando estos santos lugares. Una oración en el Templo, por ejemplo, equivale a cien mil oraciones en otra parte, y los actos de culto como la circunvalación del templo o el recorrido ritual entre las colinas de Safa’ y Marwa no pueden realizarse en ningún otro lugar.

Otros beneficios incluyen el reunirse con musulmanes de todas partes del mundo y conocerlos, reunirse con eruditos, aprender de ellos y consultarles acerca de nuestros problemas.

Los beneficios mundanos incluyen el comercio y los negocios, y otros beneficios.

7. Las normas sobre la peregrinación mayor y sus efectos espirituales sobre el musulmán
Hay muchas virtudes en los rituales de la peregrinación, y mucha sabiduría detrás de ellos. Y es una gran bendición tener una comprensión apropiada de esto, gracias a Dios. Algunas de esas virtudes son las siguientes:
a) Cuando el musulmán viaja para llevar a cabo los rituales de la peregrinación, esto le recuerda su viaje hacia Dios en el Más Allá. Cuando viaja deja atrás a su esposa e hijos, a su familia, a sus amigos y su hogar, como sucederá cuando muera.

b) Quien realiza este viaje se equipa sólo con las provisiones necesarias para alcanzar su destino, y esto también le recuerda su viaje hacia Dios. Sobre esto Dios dijo (traducción del significado):
“Aprovisionaos para el viaje y [sabed que] la mejor provisión es la piedad”(Al-Báqarah 2:197).

c) Viajar es una forma de tormento y purificación, al igual que el viaje al Más Allá. Será un viaje en el que el musulmán atravesará la muerte, la tumba, el encuentro con Dios, la rendición de cuentas, y atravesar el puente hacia el Paraíso o el Infierno. Los benditos serán aquellos a quienes Dios salve.

d) Cuando el peregrino se coloca las dos vestimentas de la consagración ritual, no puede evitar recordar que algún día será amortajado de la misma manera cuando muera. Esto le incentiva a abandonar la desobediencia y el pecado. Así como ha abandonado sus ropas regulares, así debe también abandonar el pecado. Así como se ha puesto dos vestimentas limpias, blancas y puras, así debe purificar su corazón y mantener sus sentidos, limpios y puros, sin contaminarlos.

e) Cuando el peregrino dice: “Labbáik Allahúmma, labbáik…” (Heme aquí, Dios nuestro, heme aquí) en el punto de ingreso a la consagración ritual, está respondiendo al llamado de Dios, por lo tanto, ¿cómo no se purificaría para responder Su llamado? Cuando el peregrino dice: “Labbáik Allahúmma, labbáik…” está diciendo que responde a Dios en una forma integral, cumpliendo lo que le encomendó y absteniéndose de lo que le prohibió.

f) Cuando abandona las cosas prohibidas durante su consagración ritual y se mantiene ocupado recitando la oración del peregrino y otras oraciones para rememorar a Dios, esto le da una idea de cómo debe ser la vida del musulmán. Él se esfuerza en abandonar algunas cosas que en principio son lícitas, pero que Dios se las ha prohibido específicamente en este momento, durante su consagración ritual. Esto le ayudará a abandonar las cosas perjudiciales que están prohibidas en todo tiempo y lugar.

g) Cuando se acerca a la Sagrada Casa, la cual Dios ha convertido en un santuario para la humanidad, el musulmán recuerda el santuario del Día de la Resurrección, que nadie puede alcanzar sin un arduo esfuerzo. El factor que más a salvo mantendrá a una persona en el Día de la Resurrección es reconocer la unidad absoluta de Dios sin asociarle nada y apartarse de la idolatría y del paganismo. Acerca de esto, Dios dijo (traducción del significado):
“¿Y cómo podría temerle a lo que Le asociáis, cuando vosotros no teméis haberle asociado a Allah [atribuyéndole copartícipes] sin que se os haya enviado ningún fundamento para ello? Entonces ¿Cuál de los dos grupos tiene más motivo para temer?” (Al-An’ám, 6:81).

Al besar la piedra negra, que es uno de los rituales de la peregrinación, el musulmán honra el ejemplo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y demuestra que no se opone a las leyes de Dios, aun si no comprende el porqué. Reconoce la sabiduría y bondad detrás de los rituales que Dios ha prescrito para los musulmanes y se esfuerza por seguir a Dios, glorificado y exaltado sea. Sobre esto ‘Umar (que Dios esté complacido con él) dijo después de besar la piedra negra: “Yo sé que es sólo una piedra y que no puede ni beneficiarme ni perjudicarme. Si no fuera porque vi al Profeta Muhámmad haciendo esto, no la besaría”. Narrado por al-Bujari, 1520; Muslim, 1720.

h) Cuando realiza la circunvalación al templo, el musulmán recuerda a Abrahán (la paz sea con él), quien construyó esta Casa para ser un refugio y un lugar de seguridad para la humanidad, y al cual convocó a peregrinar a toda la humanidad. Y nuestro Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también nos convocó a peregrinar a esta Casa. Moisés, Jonás y Jesús (la paz sea con ellos), también peregrinaron a esta Casa. Esta Casa fue un símbolo y un lugar de reunión para los profetas, y por eso Dios ordenó a Abrahán construirla y honrarla.

i) Cuando bebe agua del pozo de Zámzam, el musulmán recuerda la bendición que Dios le concedió a la humanidad con este pozo bendito, del cual miles de millones de personas han bebido a lo largo de las eras, sin que nunca se haya secado. Se reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos encomendó hacer una súplica al beber y dijo: “El agua de Zámzam es para aquello que es bebida”. Narrado por Ibn Máyah, 3062; Áhmad, 14435. Clasificado como bueno por Ibn al-Qayím en Zaad al-Ma’ád, 4/320.

j) Cuando hace el recorrido ritual entre las colinas de Safa’ y Marwah, recuerda la prueba que atravesó Háyar, la madre de Ismael y esposa de Abrahán, y cómo ella corrió preocupada entre estas colinas buscando agua para salvarse ella y su pequeño hijo Ismael. El ejemplo de esta mujer al enfrentar pacientemente la adversidad sin perder la fe en Dios, es una guía para toda la humanidad, y un recordatorio de cuán triviales son a veces los problemas con los que nos mantenemos preocupados.

k) Al quedarse en la colina de ‘Arafah, el peregrino recuerda las multitudes del Día de la Resurrección, y si se siente cansado por esto, ¿cómo se sentirá cuando esté descalzo y desnudo en una multitud mayor, durante 50.000 años?

l) Cuando el musulmán arroja guijarros a los monolitos, recuerda que Satanás y sus ídolos son enemigos de la humanidad. Y aun si el musulmán no comprende la razón ni la sabiduría detrás de este ritual, realizarlo será un ejemplo de su sumisión a Dios.

m) Cuando sacrifica un animal, el musulmán recuerda precisamente este tipo de obediencia y confianza absoluta en Dios que tuvo nuestro ancestro Abrahán, cuando Dios le ordenó sacrificar a su hijo Ismael en tiempos en que Ismael había crecido y se había convertido en una ayuda para él (traducción del significado):
“Respondió: ¡Oh, padre mío! Haz lo que se te ha ordenado; por cierto que me encontrarás, si Dios quiere, entre los pacientes” (As-Saaffát, 37:102).

n) Cuando sale de su consagración ritual y las cosas lícitas que le habían sido prohibidas se vuelven nuevamente permisibles para él, esto es un recordatorio para él de la recompensa que trae la paciencia, y que después de toda dificultad siempre viene una facilidad. Quien responde al llamado de Dios tendrá alegría y felicidad, y esta alegría no puede ser conocida excepto por quien ha saboreado la dulzura de la fe. Algo similar experimenta el ayunante cuando rompe su ayuno, o quien reza por la noche y luego descansa.

ñ) Cuando el musulmán ha terminado de realizar todos los rituales de la peregrinación tal como Dios se los ha prescrito, tiene la esperanza de que Dios le perdone todos sus pecados, como el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo en un reporte: “Quien realiza la peregrinación mayor por la causa de Dios y se abstiene durante ella de las relaciones maritales, del pecado, y de las disputas injustificadas, volverá a su casa como el día en que su madre lo dio a luz”. Narrado por al-Bujari, 1449; Muslim, 1350. Esta experiencia nos invita a llevar una nueva vida más alejada del pecado.

o) Cuando el musulmán vuelve con su familia y experimenta la alegría del reencuentro, esto le recuerda que tendrá una alegría mayor cuando se encuentre con sus seres queridos en el Paraíso. Y también le recuerda que la más grande pérdida que el ser humano puede experimentar, es perderse a sí mismo y a sus seres queridos en el Día de la Resurrección, como Dios dijo (traducción del significado):
“Por cierto que los desdichados serán quienes se pierdan a sí mismos con sus familias el Día de la Resurrección [ingresando al Infierno]. ¿Acaso no es ésta la mayor perdición?” (Az-Zúmar, 39:15).

Le pedimos a Dios que nos ayude a obedecerle y a alcanzar Su Casa, para realizar con éxito todo lo que nos encomendó. Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.

 


Source: https://www.islamland.com/esp/articles/la-peregrinacion

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