(parte 1 de 3)
La visión islámica de la figura de Jesús, lo coloca en el justo medio entre dos opiniones extremas. Los judíos niegan que Jesús sea un profeta, y lo consideran un impostor. En el otro extremo, los cristianos dicen que Jesús es el hijo de Dios, y lo adoran como a una divinidad.
El Islam considera a Jesús uno de los cinco Profetas mayores, junto con Noé, Abraham, Moisés y Muhámmad (La paz sea con ellos).
Considerar a Jesús como el Mesías, es acorde a la creencia islámica en la unicidad de Dios; la unicidad del origen de la guía, y la función de los Mensajeros de Dios (La paz sea con ellos).
Los Mensajeros de Dios, enseñaron que se debe adorar sólo y únicamente a Dios. Esto le fue ordenado a Adán (La paz sea con él) y se le ordenó trasmitirlo a su descendencia.
Las revelaciones que luego hizo descender Dios con Noé, Abraham, Moisés y Muhámmad (La paz sea con ellos) reiteran el llamado a adorar sólo y únicamente a Dios.
De esta manera, el Islam no tiene contradicción alguna con las religiones reveladas, exceptuando lo que versa sobre aquellas cuestiones que la gente cambió de estas religiones.
Las consideraciones sobre la figura de Jesús en las tres grandes religiones (Islam, cristianismo y judaísmo) no son una excepción a la regla citada.
Aunque el Corán no incluye una historia detallada de la vida de Jesús, menciona los aspectos más destacables de su figura, como su nacimiento, sus milagros, su misión y su ascensión a los cielos.
También señala los errores de las creencias cristianas y judías respecto a él. Podemos saber qué fue lo que en verdad Dios le reveló a Jesús, leyendo el Corán.
Nació de una madre virgen
Al igual que los cristianos, los musulmanes creemos que Maria, Mariam en árabe, era una mujer casta y virgen, y que Jesús nació por voluntad de Dios, de hecho su propio nacimiento es el primer milagro que Dios le concedió, ya que no tiene padre biológico.
Dios nos habla de esto en el Corán:
Y narra [¡Oh, Muhammad!] la historia de María que se menciona en el Libro [el Corán], cuando se apartó de su familia para retirarse a un lugar al este.
Y puso un velo para apartarse de la vista [mientras adoraba a Allah] de los hombres de su pueblo. Entonces le enviamos Nuestro espíritu [el Ángel Gabriel], quien se le presentó con forma humana.
Ella dijo: Me refugio de ti en el Clemente, si es que temes a Allah.
Le dijo: Soy el enviado de tu Señor para agraciarte con un hijo puro.
Ella dijo: ¿Cómo he de tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre, ni soy una indecente?
Así será, le respondió, pues tu Señor dice: Ello es fácil para Mí. Y lo convertiremos en un signo para la humanidad y una misericordia. Es un asunto decidido. (Corán 19:16-21)
Evidentemente el nacimiento milagroso de Jesús no lo hace una divinidad, de hecho, el nacimiento de Adán es un milagro más grande, ya que Jesús no tenía padre, pero Adán no tuvo ni padre ni madre.
Ninguno de los dos es una divinidad, sino que ambos son siervos de Dios, El Único.
Dice Dios en el Corán:
“Por cierto que el ejemplo de Jesús es similar al de Adán, a quien creó de barro y dijo ‘Sé’ y fue.” (Corán 3:59)
Milagros
Al igual que los cristianos, los musulmanes creemos que Jesús realizó distintos milagros. Los hizo con el permiso de Dios, que es el Único con poder sobre todas las cosas.
Dice Dios:
“Cuando Dios dijo a Jesús: ¡Oh, Jesús, hijo de María! Recuerda la gracia que os concedí a ti y a tu madre, cuando te di fuerzas mediante el Espíritu Santo (Gabriel) y hablaste a la gente estando en la cuna, y de adulto te enseñé la sabiduría, la Toráh y el Evangelio. Y cuando hiciste con arcilla la forma de un pájaro, con Mi anuencia, y luego soplaste sobre él y se convirtió en un pájaro con Mi anuencia, y curaste al ciego de nacimiento con Mi anuencia, y curaste al leproso, y resucitaste a los muertos con Mi anuencia, y te protegí de los hijos de Israel cuando te presentaste ante ellos con evidencias y los incrédulos de entre ellos dijeron: esto no es más que magia evidente.” (Corán 5:110)
Dios envió a los Profetas con milagros que confirmaran su veracidad, ellos no hicieron estos milagros por su propio poder, sino por la voluntad omnipotente de Dios.
Los judíos de la época de Jesús habían logrado grandes avances en la medicina, por eso, Dios le concedió a Jesús milagros relacionados con esta ciencia, ya que era lo conveniente para que los judíos creyeran en la autenticidad del milagro.
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Su supuesta “divinidad”
Los musulmanes creemos que Dios es Uno, Único, y que está por encima de las limitaciones humanas, Él está muy por encima de los deseos y las necesidades humanas.
Él no tiene semejantes ni socios en Su Divinidad, es completamente diferente de Su creación, y toda adoración se le debe dirigir únicamente a Él, sin intermediarios.
Esto lo enseñaron todos los Mensajeros de Dios (La paz sea con ellos) incluyendo Jesús.
Jesús nunca proclamó su divinidad ni enseñó que debía ser adorado.
Jesús nunca se proclamo “hijo” de Dios, ni habló de “trinidad”, él enseñó que era un Mensajero de Dios, enviado a los judíos para que adoren Dios, Uno y Único.
La mayoría de los versículos del Corán que hablan de Jesús, señalan este aspecto.
Esto prueba que el hecho de que se lo adore, es resultado de las mentiras que inventaron sobre su personalidad.
Con total claridad Jesús enseñó que no era él sino Dios quien debía ser adorado, Jesús enseñaba con parábolas, que explicaban que él era de naturaleza humana y mortal, y no era hijo de Dios, ni una divinidad.
Dios dice en el Corán, sobre Jesús:
“Son incrédulos los que dicen: Dios es el Mesías, el hijo de Maria. El mismo Mesías dijo: ¡Oh hijos de Israel! Adorad a Dios pues Él es vuestro Señor y el mío, y quien atribuya copartícipes a Dios, Él le vedará el paraíso, y su morada será el infierno. Los inicuos jamás tendrán auxiliadores.” (Corán 5:72)
Dios dice en referencia a la creencia de que Jesús es parte de una trinidad:
“Son incrédulos quienes dicen: Dios es parte de una trinidad. No hay más que Una sola Divinidad, y si no desisten de lo que dicen, un castigo doloroso azotará a quienes (por decir esto) han caído en la incredulidad. ¿Acaso no van a arrepentirse y pedir perdón a Dios? Dios es Absolvedor, Misericordioso.
El Mesías hijo de María es sólo un Mensajero, igual que los otros Mensajeros que le precedieron, y su Madre fue una fiel y veraz creyente. Ambos comían alimentos (cómo el resto de la humanidad). Observa cómo les explicamos las evidencias y observa cómo (a pesar de esto) se desvían.” (Corán 5:73-75)
También dice Dios en el Corán:
“¡Oh, gente de las escrituras! (Judíos y cristianos) no os extralimitéis en vuestra religión, no digáis acerca de Dios sino la verdad, Ciertamente el Mesías, Jesús hijo de María, es el Mensajero de Dios y Su palabra que depositó en María, y un espíritu que proviene de Él. Creed pues, en Dios y en sus Mensajeros, No digáis que es una trinidad, desistid, pues es lo mejor para vosotros. Por cierto Dios es la única Divinidad, ¡Glorificado sea! Es inadmisible que tenga un hijo.
A Él pertenece cuanto hay en los cielos y la tierra.
Dios es suficiente como protector.” (Corán 4:171)
Dios mismo denuncia las creencias que son contrarias a su verdadera esencia:
“Dicen: El Clemente tuvo un hijo. Por cierto que han dicho algo terrible. Los cielos estuvieron a punto de hundirse, la tierra de abrirse y las montañas de derrumbarse (por la blasfemia que profirieron).
Porque le atribuyeron un hijo al Clemente. No es propio del Clemente tener un hijo. Todos los que habitan los cielos y la tierra se presentarán sumisos ante el Clemente.” (Corán 19:88-93)
Su misión
Como dijimos antes, el Corán afirma que Jesús fue un Profeta, de naturaleza totalmente humana. Los Profetas (La paz sea con todos ellos) son lo mejor de la creación.
Los Profetas son los elegidos de Dios para trasmitir su Mensaje, y no deben ser adorados. Jesús no es diferente de los demás Profetas al respecto.
A lo largo del Corán, Jesús es presentado como un Mensajero de Dios, enviado a los judíos para que retornaran al Mensaje de Moisés.
“Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Dios, enviado a vosotros para corroborar la Toráh.” (Corán 61:6)
Jesús es el último de los Profetas judíos, vivió de acuerdo a la ley de Moisés, y ordenó a sus seguidores hacer lo mismo. En Mateo 5:17-18, Jesús dice:
“Yo no he venido a abolir la ley de los Profetas, sino a confirmarla.”
Él y su Mensaje, no eran diferentes a los demás profetas elegidos de Dios, que llamaron a la gente a adorar únicamente a Dios y obedecer sus mandatos.
A pesar de que su misión se evidenció apoyada por numerosos milagros, desde su nacimiento y durante toda su vida, aún así, la mayoría de los judíos lo rechazaron.
Jesús no sólo afirmó el mensaje de los Profetas que lo precedieron, sino que anunció la llegada del último Profeta, Dios dice:
“Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Oh hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Allah, enviado a vosotros para corroborar la Torá y anunciar a el Mensajero que vendrá después de mí llamado Áhmad (éste es uno de los nombres de Muhámmad) Pero cuando se les presentó con las evidencias, dijeron ¡esto es magia evidente!” (Corán 61:6)
Esto también aparece en los evangelios, leemos en Juan 14:16-17:
« Yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. »
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La crucifixión
En el Corán, Dios dice que Jesús no fue crucificado. Sino que hizo creer a los judíos y romanos que esto había ocurrido, cuando en realidad Jesús fue elevado a los cielos.
El Corán no dice explícitamente quién fue la persona crucificada en lugar de Jesús.
“Y dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús el Hijo de María, el Mensajero de Allah. Pero ni le mataron ni le crucificaron, sino que se les hizo confundir con otro a quien mataron en su lugar.
Quienes discrepan sobre él tienen dudas al respecto. No tienen un conocimiento certero, sino que siguen suposiciones, y ciertamente, no lo mataron.” (Corán 4:157)
“Allah lo ascendió al cielo (en cuerpo y alma). Allah es Poderoso, Sabio.” (Corán 4:158)
Así el Islam niega que Jesús viniera a la tierra con el propósito de cargar sobre sí los pecados de Adán, Eva y toda la humanidad. El Islam enseña claramente que nadie cargará con los pecados de otro. Dice Dios:
« …y sabed que nadie cargará con los pecados ajenos… » (Corán 39:7)
Además el Islam enseña que Dios siempre acepta el arrepentimiento de Sus siervos y perdona sus pecados, y no requiere ningún sacrificio, ni sangre a cambio, y mucho menos, descender Él en forma de hombre y morir por los pecados de la gente.
La misericordia de Dios se extiende a todas las criaturas, creyentes y no creyentes, las puertas del arrepentimiento están abiertas a todos.
La segunda venida de Cristo
Al igual que los cristianos, los musulmanes creemos que el Mesías Jesús volverá a la tierra, sin embargo el propósito de esta segunda venida no es el que creen los cristianos. Jesús volverá para demostrar su condición de mortal, y refutar a quienes le atribuyeron cualidades divinas.
Cuando venga, vivirá una vida normal, se casará y finalmente morirá como todos los hombres.
« En esa época, se hará evidente la verdad y entonces todos creerán que es mortal.
Entre la gente del Libro no habrá nadie que no crea en él (Jesús) antes de su muerte (en su segunda venida).
El día de la resurrección atestiguará contra ellos. » (Corán 4:159)
Jesús también luchará contra el falso Mesías (anticristo), que vendrá justo antes que él, y llamará a la gente a creer que es Dios. Jesús lo derrotará, y entonces todos aceptarán la verdadera religión, el mundo conocerá un período de paz como no existió nunca antes, todos servirán al verdadero Dios y serán buenos unos con otros.
Conclusión
Lo precedente es una breve introducción a lo que Dios dice sobre Jesús en Su último Libro Revelado, el Corán que le fue entregado a Muhámmad.
Existe sólo Un Dios y sólo Uno, que ha ordenado servirle a Él, no adorar nada fuera de Él y seguir su ley, ese es el mensaje del Islam. Esto les fue ordenado a los primeros humanos y luego fue repetido por cada Profeta enviado por Dios.
Jesús, la paz sea con él, nació milagrosamente de la virgen María, y ordenó a los israelitas la sumisión a Dios (Islam) lo mismo que enseñaron los Profetas anteriores a él.
Él no era un Dios, ni el hijo de Dios, fue un honorable Profeta, el Mesías, Jesús no ordenó a la gente que lo adoren a él. Él confirmó la ley de la Toráh, que Moisés había recibido, vivió de acuerdo a ella, y ordenó a sus seguidores seguir esta ley, aclarando sus detalles.
Antes de su partida, instruyó a sus discípulos para que supieran que luego llegaría el Profeta Muhámmad y que cuando llegara deberían seguirlo.
Tras la partida de Jesús, sus enseñanzas fueron distorsionadas hasta el punto en que se comenzó a decir que era Dios. Seis siglos después, la verdad sobre Jesús fue expuesta con la llegada del Profeta Muhámmad, y permanecerá eternamente preservada en el Corán, muchos aspectos de la ley de Moisés, que Jesús seguía, fueron reconfirmados en su forma original. De tal manera que la gente recibió la guía Divina sin adulteración, y este camino, que enseñaron Moisés y Jesús antes de Muhámmad, es el Islam.
Por todo esto, el Mensaje de los Profetas siempre fue el mismo, y se encuentra en la verdadera religión de Dios, el Islam, de esta manera, sólo los musulmanes siguen hoy a Jesús y sus enseñanzas.
De hecho, los musulmanes viven mucho más en consonancia con Jesús que los Cristianos de la actualidad. Respetar y amar a Jesús es obligatorio en el Islam, Dios resalta la importancia de creer en Jesús en numerosos pasajes del Corán.
Source: https://www.islamland.com/esp/articles/jess-en-el-islam